Moneda De Cambio
Has conseguido el amor de tu vida, o al menos eso crees. Te casas y como manda la ley divina, te reproduces. Un día no muy cercano, o quizás sí, todo cambia, la convivencia se torna difícil, la relación se hace insostenible y la historia de princesas y el fueron felices para toda la vida llega a su triste fin. En medio de peleas, desacuerdos y discusiones, están allí los hijos, el legado de lo que pudo ser y no fue, y lo que era un “todo” se transforma, se fragmenta, se desmorona y se separa frente la mirada inocente de ellos que no saben que esperar ahora. Lo ideal sería que, como personas adultas, maduras y sensatas, llegaran a los acuerdos necesarios que beneficien o al menos no perjudiquen a los niños. Lamentablemente no siempre resulta así, la separación saca lo peor de cada uno y se desata una batalla campal donde las armas de guerra son los hijos. Cañones, lanzas, y pistolas usadas de forma estratégica para herir de muerte al otro progenitor que, en la ...