¡Soy Doula!
¡Soy
Doula!
Primero
que todo, vamos a definir que es una Doula
y cuáles son sus funciones:
“Una
Doula es una persona -generalmente una mujer aunque no necesariamente- que informa y acompaña a la mujer en el
proceso vital de la maternidad.” Y
continua más adelante, “Como doula es conveniente estar informada y
actualizada, puesto que será necesario proporcionar información en caso de que
la madre lo solicite, para que ella tome
decisiones de manera libre y consciente sin necesidad de consejos y sugerencias
no solicitadas. La doula no recomienda,
no lleva a la mujer a su terreno, no aconseja ni interviene. Jamás juzgará la
decisión de la mujer, tan sólo la acompaña y apoya.”
Entonces
una Doula acompaña, informa, no juzga y apoya. Como debería ser en todos los
ámbitos de salud, el personal de doulaje no debe permitir que sus preconceptos,
su cultura, su religión y sus opiniones interfieran en la atención y
acompañamiento, en el cual se debe ofrecer a las mujeres y sus familias información
de origen científico, avalados y acompañada por instituciones reconocidas como
la Organización Mundial de la Salud -OMS-, los diversos colegios de ginecología y
obstetricia y los institutos de salud mental perinatal.
¿Por qué estoy hablando
de todo esto?
Estos
días han sido muy movidos, un caso de IVE (Interrupción Voluntaria del
Embarazo) en el país que se hizo público (no debió) ha desatado a los guerreros
del teclado y opiniólogos de profesión, además de uno que otro “profesional” de
acompañamiento, a emitir juicios y críticas al respecto, dejando que sus
creencias personales sobre lo ético y moral prevalezcan sobre la ley, la
ciencia y el deseo personal de la gestante.
El
tema del aborto siempre va a originar este tipo de debates, por que las
personas, como parte de una sociedad, son muy susceptibles a este tema, así como lo son con otros asuntos
personales de quienes le rodean, dado lo difícil que les resulta establecer los
límites de la línea entre la vida privada y la sociedad porque esta línea es
muy delgada e incluso invisible para muchos, lo que conlleva a la emisión de
juicios basados casi siempre en las creencias judeo-cristianas que cada quien
tiene acerca de cómo deberían vivir las personas.
En
Colombia, desde el año 2006, -sí más de 10 años- según sentencia c-355 se despenalizó el aborto en torno a tres
causales: malformación fetal, violencia,
y salud. Esta última causal toma
su definición de la OMS «La salud es un estado de completo bienestar físico,
mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades».
El
bienestar mental y social abarca un sinfín de posibilidades: tu proyecto de
vida, tus deseos, tus ilusiones, tu economía, todo, absolutamente todo influye.
Los derechos son para ejercerlos y, así como el derecho al divorcio no te
obliga a divorciarte, el derecho a abortar no te obliga a abortar.
Sí, soy Doula, y amo acompañar a mujeres en
todas, absolutamente todas, las etapas de su vida desde la empatía y la
sororidad, siempre aprendiendo para ofrecer información actualizada y veraz, lo
que yo quiera, opine o crea lo aplico en mi persona, no en la de las demás. Soy
Doula y apoyo el aborto, apoyo la muerte
digna, y apoyo y acompaño maternidades deseadas.
Las
mujeres gestantes no son todas incapacitadas mentales, (las hormonas de la
gestación preparan el cerebro sano para maternar), asegurar esto no es solo
acientífico, si no, un insulto a la capacidad de tomar decisiones de las
mujeres en estado de gravidez, lo que ha justificado durante años todo tipo de
abusos de la medicina paternalista, colocando a la mujer en un estado de
indefensión e infantilizándola, que esto lo asegure una acompañante de mujeres
es aún más preocupante.
Y
pudiéramos caer en discusiones filosóficas sobre qué es la vida, cuando comienza,
y cuando debería o no tener derechos, y no terminaríamos nunca. Una bacteria,
una célula, un animal, una planta es vida, en cuanto a si le pertenece o no a
la madre el derecho a decidir sobre esa vida que requiere indiscutiblemente de
su cuerpo para llegar a feliz término, ya lo discutió la ley y sí, es a ella a
quien le toca decidir, porque el feto es un proyecto vida, frente a la vida
constituida, deseos, salud, y conciencia de la propia vida de la mujer. Aunque
explicáramos qué es y cuáles son las cualidades de un feto de 7 meses y su
capacidad (asistida) de sobrevivir fuera del vientre, este no tiene conciencia
de su existencia más allá del plano físico, la mujer sí.
La
gestación, como todas sabemos, se lleva a cabo en el cuerpo de la persona con
útero, la célula masculina es necesaria para iniciar el proyecto, el resto
depende única y exclusivamente del cuerpo que provee las condiciones para el
desarrollo y culminación de la misma, como acompañante informamos la
importancia del padre durante este periodo de tantos cambios, físicos y
psíquicos, de la comunicación y el entendimiento del proceso. El hombre es un
acompañante de éste, sus deseos y necesidades quedan relegados al común acuerdo
siendo primero el deseo del cuerpo y mente que gesta. NO, el padre no tiene
derecho legal sobre el cuerpo de la mujer, faltaba más, es la mujer quien
gesta, y pare, el efecto positivo o negativo quedara marcado en ella y nadie
más que ella tiene el deber y el derecho de elegir. La crianza si es deber y
derecho de ambos.
Defendemos
a capa y espada el parto humanizado y los deseos de la mujer en estos aspectos,
basados en evidencia científica, pero ¿no la apoyamos si ella quiere
interrumpir el proceso? ¿no es
igualmente su cuerpo?, y allí ¿el padre si tiene derecho? Esto es por decir lo
menos, un acto de hipocresía moral.
En
cuanto al tema de la adopción en 2019, 1390 niños fueron adoptados entre
familias de origen colombiano y familias extranjeras, sólo 162 familias se encuentran
en listas de espera para adoptar, datos públicos del IBF (Instituto de
Bienestar Familiar), para el 2018 el estado tenía a su cargo más de 7000 niños
que no serán adoptados, después de los 7 años se vuelve cada vez más difícil
ser adoptado, muchos cumplen la mayoría de edad dentro, es un tema extenso, que
requiere la atención de todos para que sean procesos más agiles, aun así es una
opción, pero no la única y nuevamente será la gestante quien decida.
En
Profanilla, institución que ha sido duramente atacada por este hecho, se les
ofrece a las mujeres las opciones de las que disponen, para que ellas elijan.
Su Cuerpo, Su Derecho,
Su Decisión.
Sí,
Soy Doula, y estoy orgullosa de serlo, siempre voy a acompañarte desde el
respeto, la empatía y la sororidad.
Soy Doula.
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